miércoles, 10 de agosto de 2005

2004



Y suena la nocturna melodía,
Sonidos de Bach rebotan desde el dispositivo.

Me retroceden en el tiempo
Los relatos de Goethe, en este casi 2005.

La pantalla ilumina mi cara
Como cual luz tenue, de vela de luz fría.

Quisiera ver el brillo de sus ojos.
Del hombre del pasado observando la luz de los pixeles.

Mas aún, pienso en el propio brillo,
Contemplando alguna titilante sutileza
en el ancho futuro.

Mientras atardece en el microcosmos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tu grabado es la foto de una batalla, una donde el indio enfrenta el difícil destino que Dios le ha encomendado, ese nativo no escucha a Bach ni lee a Goethe antes del combate, ese escribe una verdadera historia con la punta de su lanza y compone la mejor sinfonía con el latir de su corazón, el indio siempre esta luchando y su lucha será arte para los sobrevivientes de la tierra, nosotros los mestizos también tenemos lucha, y esta, de igual forma, se cuenta en las telas y los grabados de los elegidos.
Tu grabado es la foto de una batalla, una donde el indio huye de una batalla que ahora es nuestra.

XXX dijo...

Me sorprende para mal saber que la Teoría del Color tiene tantos preceptos contra el rojo y toda la gama de rojizos (acaso rojianos, por Gonzalo). Entre militantes de la Psicología se vilipendia al rojo a salivazo limpio, pero yo no puedo llegar a un consenso con ellos. He pasado por varias simpatías, y el verano pasado opté por pintar dos paredes de mi pieza con este color. Seguí en el mismo afán y compré cortinajes del mismo color, y los combiné con otras dos paredes de color banco. Ahora me apresto a pintar marcos de puertas y ventanas de color café. Hay intensidad creativa en el rojo de tu grabado, pero sobre todo hay algo orgánico. http://dragonperplejo.blogspot.com