lunes, 1 de agosto de 2005

Abismo y Esperanza ...viviendo el epílogo

En verdad es un agrado tener un espacio de manifestación en esta "matrix", o mejor dicho "herramienta de matrix", pues bien sabemos que aquella metáfora se refiere a la vida misma y a nuestra condición humana. Sin parecer pretensioso y reconociendo absolutamente el velo que cubre mi conocimiento, me atrevo, con el respaldo de verdaderos conocedores, referirme a ciertas cosas, siendo una mera herramienta de difusión.
Hablaba de la condición humana, cosa importante. Bien lo graficó el pintor René Magritte, al confundir ficciones dentro de una misma escena.
La Cultura (o mundo social) ha sido durante siglos la droga más densa y avasalladora del ser humano. Nos ha enajenado del Mundo Natural (inmensamente gigante, monstruoso y desproporcionado en relación a la Cultura) quizás desde el momento en que Eva comió de la exquisita manzana de la tentación paradisíaca. Lo dijo Nietzsche, -la separación entre cultura y naturaleza- y no puedo negar la coherencia y objetividad del asunto. De hecho, y ya que estamos en la red, es preciso decir que el filósofo alemán se refiere al mundo cultural como el mundo de los conceptos, de una "red" de conceptos creados, mentales, virtuales. Lo interesante es tomar esto y no transformarlo en un concepto más, sino en un elemento de comprensión y de conocimiento de si mismos. "Conócete a ti mismo, y conocerás el Universo" es una vieja consigna, tan antigua como el génesis del todo. ¿Nos conocemos a si mismos? ¿Sabemos todo respecto a nosotros? Parecen preguntas descabelladas, pues nada sabemos. ¿En qué punto exacto del Universo estoy? ¿Por qué estoy aquí? ¿Qué tan pequeño soy? ¿Qué tan grande soy? ¿Cuántas células me componen? Desconocemos nuestra naturaleza. Mas... que bien conocemos la cultura, el nombre de las cosas, su rol en la sociedad, las necesidades creadas. Mientras lejos de aquí, muy lejos, a miles o millones de años luz sucede algo que desconocemos, y así mismo a trillones de años luz en la dirección contraria, en algo inmensamente más pequeño que el átomo, sucede lo desconocido también. …Alguien se preguntará: Y quién es éste para hablar de estas cosas.
Buena pregunta sería. Y es que en realidad la "ciencia oficial" ignora demasiadas cosas. No es que yo las conozca. Lo que sé es que ignora el sentido espiritual de la naturaleza, pues se desarrolla dentro del mundo cultural del ser humano. El alma del planeta, el alma de un animal, el alma de la planta no son considerados. Se considera factibilidad del proyecto, utilidades que se puedan extraer del mismo. Incidencia del proyecto científico dentro del mundo social, y no necesariamente una necesidad íntima de adquirir la Gnosis (conocimiento).
La urgencia, amigos míos, es revolucionaria; única solución: Revolución.
¿Revolución social? La sociedad ya huele a cadáver. ¿Debe morir? Si. Es justo. La Naturaleza siempre se equilibrará, El Creador también sabe cuando destruir. El Artista sabrá circular entre la cultura y la naturaleza, lo hace a placer. La raza de artistas, aquí, está extinta. Cualquier ser humano puede llegar al grado de Artista. No hablo de pintores ni músicos, mucho menos de gente que aparece en la tele. Hablo de seres iluminados, es decir enfrentados a la Luz del Conocimiento. Conocimiento de si mismos, conocedores del Universo Sideral. La cultura es herramienta de caída o de levantada. Quien absorbe la vida duerme dulcemente en la mentira. Quien trabaja por su Alma descifrará los acontecimientos de la vida. Sufrir es necesario, la vida es sufrimiento. El planeta Tierra es un planeta de sufrimiento. Sufrir, en otros planos, es innecesario. Todo es Causa y Efecto. La verdadera Justicia no pertenece a la cultura, sino a la naturaleza. La cultura y sus habitantes perecerán. Algunos sobrevivirán. Para vivir será necesario primero morir. Morir en el aspecto cultural, brotar en el aspecto natural. La muerte de la identidad social provocará el nacimiento de la identidad real. Nosotros somos falsos, soberbios, egoístas, celosos, pequeños y burdos. Aceptarlo es el primer paso. El segundo es comprenderlo. El tercero es aniquilar el ego.

Somos un ego con patas, en buen chileno. Ya no hay vuelta atrás, simplemente hay que abrir los ojos y captar la estupidez humana, vergonzosa y masiva. Una orgía tenebrosa a la cual estamos acostumbrados y la cual disfrutamos. Negros gobernantes dirigen de manera oculta nuestro planeta, mueven los hilos de la cultura con sus perversas manos. La locura domina la mente colectiva, sin embargo la Luz del Conocimiento está siempre dispuesta a quien quiera aprehenderla. Y no en otro lugar más que en el Corazón. Entablad diálogo con la Justicia, con la Madre, con el Padre, con Trueno, con Jehová de los Ejércitos, con el Buda, ¡¡con la Llama que tiene ansias de arder y quemar la ignorancia!!

Amigos, gracias por leer lo dicho.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y la cultura de la propia naturaleza? si miramos a nuestra madre como un ente que vive, respira, siente, sufre, etc... La naturaleza tiene su propia cultura y existen por ahí hombres verdaderos que pregonan la aristocracia del espíritu, y el "culto" superior, un tipo de conciencia cultural que trasciende los grilletes mortificantes del intelecto animal.
Ciertamente existe una cultura objetiva, propia de la naturaleza y el espíritu, pero nosotros hemos creado una falsa cultura. Cultura de la televisión, de los diarios y revistas, del chisme y la farándula. Nuestro país a abierto las puertas a las prostitutas del conocimiento, aquellos que gozan de hablar de los demás y pregonar una cultura falsa, hueca, inútil y estéril.
Queda a los buscadores de "aquello" la tarea de conocer esa otra cultura de nivel superior e indicar el camino para que otros la descubran.
Este espacio que has creado para la opinión de estos temas me parece un aporte interesante e importante. Felicitaciones.

Anónimo dijo...

Justo en la mitad de la praxis, la funcionalidad de los empleos, la optimización de la hoja y de la tinta o el despotismo del reloj, viene bien leer un meteorismo sampedrino con olor a sencillez, a humildad, y a coraje frente a la soberbia perra. (Aunque reconozco extrañar la tertulia fundada solo en el abstracto, brujo e inasible...)
Saludos y amores para compadre Dieguez.