martes, 20 de junio de 2006

PASEO PEATONAL

Y continuó caminando
ante la pálida mirada
de los transeúntes.
.
Llovía en Concepción
pero no precisamente ese día;
es como si siempre lloviera.
.
La bruma era el aire,
pero no exactamente ese día,
llovía... pero no ahí.
.
Siempre pensando en ella...
estaba, pero no ese día.
Pensando en ella...
"¡En ninguna de ustedes!"
decía, mientras le sonreía a la noche.
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El encanto de la vibración,
la música que de todo mana,
lo levantaban cual cobra del desierto.
.
En el desierto de bosques sureños.
.
Se imaginó viviendo el año 2.190
caminando por la misma calle,
con los mismos espectros.
.
"El arte es uno solo"
Reflexionó bajo los neones.
.

jueves, 8 de junio de 2006

Carta con Zoom

(Ilustraciones de la Divina Comedia de Dante Alighieri, por Gustave Doré. Arriba está Dante errante, en la selva de la vida, de donde es rescatado por Virgilio; abajo una visión de su recorrido por el Infierno)

........No temáis anticipadamente, quienes realmente teman por mi porvenir, pues mi muerte no será –espero- hasta cumplir los cien años al menos. Y en vano tampoco será experimentado aquel momento, habiendo escapado hace muchos años atrás, de la misma selva en que Dante fuera rescatado por su Guía temerario, enviado por su Alma Sublime, selva que actualmente examino en detalle. Sin embargo desde ya puedo hablar de mi pulverización. Que esto no lo lea mi madre terrenal, que puede explotar en lágrimas, y por supuesto no queremos eso.

........Al caminar por las calles de mi pueblo, donde aún predomina el árbol y el cielo, me agrada recordar cierto dato importante, la velocidad de la Tierra en su recorrido alrededor del Sol: 107.118 Km./hora. En 60 minutos, ¿más de cien mil kilómetros surcados entre magnetismos espaciales? Y sigo mi camino, sin comprenderlo realmente, pues todo sigue quieto alrededor… extrañamente quieto. Pero cuando pienso en la velocidad de la rotación de la Tierra sobre su propio eje, pienso que perderé el equilibrio en mi caminar: 1.620 Km./hora. La distancia por el tiempo entre los astros no es igual al efímero paso de pequeños y soberbios seres humanos.

A 50 mil metros de profundidad
Duerme un metal precioso desconocido,
Nadie imagina su existencia luminosa
En aquella caverna iluminada y profunda.

A 100 mil metros de profundidad
Yace un antiguo cadáver
Su descanso es seco y vaporoso
Su cuerpo es gigante.

A 3 millones de metros de profundidad
Un ente alado persigue a un perro bípedo.

4.000.000 de metros más abajo
Duermen demonios azules.
.
5 millones de kilómetros hacia arriba...
las estrellas angélicas y profundamente vivas,
de las cuales nosotros somos el firmamento.
..
........Mi muerte no será, espero, en vano, ni antes de cumplir los cien años. Pero puedo morir más rato, ahora. Desde Orión hasta el centro de la Tierra miro atentamente… Para recorrer aquel espacio es necesaria la pulverización. Que no lea esto mi madre terrenal… que podría mal interpretarme y no queremos que pase eso.
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(Fotografía: vista aérea del Bio Bío. A la derecha: Concepción. A la izquierda: San Petersburgo -tierra natal- ; hacia el horizonte, el Océano Pacífico)