miércoles, 27 de agosto de 2008

El eterno retorno de los equinoccios

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Agosto retorna con su bello claroscuro. Una pata en el charco, otra en la estrella. He intentado descubrir los espacios entre las nubes... desde el gris panorama se encienden las blancas coyunturas. Dirán que soy un pájaro a la deriva, como siempre, pero no es fácil sobrevivir entre las brisas movedizas. El viento... recorre los recovecos vegetales, experimentando el placer de acariciar las arbóreas, de soplar el instrumento en medio de las quebradas. Se desplaza entre las cosas y las acaricia como un susurro, devuelve las voces en medio de la tormenta. ...Ahora, el relámpago anticipa el trueno... ¡Los vidrios retumban cuando menos lo esperaba! La ciudad sigue siendo un fantasmal encuentro.


Luego la calma, un amanecer amarillento, celeste, blanqueado por la estrella de la mañana. Septiembre siempre regresa al punto, su azul me quema el alma mientras un trance florece en el ciclo. El sol aclara los ojos... Me verás más gratamente... la pupila sabrá hacia donde dirigirse. Mas, la naturaleza insiste en uniformar a los gatos de negro por las noches. El sol aclara las miradas y tras el horizonte viaja el porvenir. La coordenada se va transformando... avanza la galaxia en medio de la sinfonía. La luna danza sus ciclos. Todo se mueve un grado y se abren las compuertas.

Es el retorno del equinoccio, el abrazo y la chispa del Sol en el cénit, la balanza entre los días y las noches.

Un pálido recuerdo exalta mi sangre, un sol dialoga con la constelación de Libra. Un nuevo día significa una nueva vida, un despertar implorado a la creación. El instante eterno suelta su perfume desde la tierra y las plantas, desde el lenguaje de las aves. Las estrellas se asoman incandescentes... Son el consuelo de los apáticos seres que caminan sin vergüenza sobre sus antepasados, ignorando el por qué de toda su historia.


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domingo, 10 de agosto de 2008

La Sangre de los Astros

Y el mar será el pálido recuerdo de un comienzo.

Porque el lago en calma será a la vez
un oráculo, espejo donde se reflejen los astros.


Y un Sol, como al principio, brotará desde las profundidades.

Porque así fue en un comienzo,
un juego etéreo entre luces emplumadas.


Será el valor de toda ciencia sangrar junto a los astros.

Porque el tiempo miente,
arranca la esperanza al que agoniza.

En un rincón del universo se gesta el misterio que llamamos amor.

Aún entre la niebla,
se divisan constelaciones.

Más aun, desde nebulosas se fabrican las estrellas.

Y todo se contiene en uno,
y uno lo contiene todo.

Miré hacia adentro y encontré el confín.

jueves, 24 de julio de 2008

Cruzando una capa atmosférica

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Aparece y desaparece,
desde adentro hacia afuera...
Como si aquel umbral incierto
eternizara la respuesta.

Una nota vaporosa penetra los ojos,
un polvo seco anuda la garganta.
Sin pensar ahora, desde afuera
comienza a sumergirse una roca.

Un continente varado en el universo,
ansía sumergirse para siempre.
mientras el corazón lleno de magma,
se proyecta hacia las pléyades.


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lunes, 9 de junio de 2008

Ningún momento es igual a otro

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Deja vû...
pensé luego de sentir.

Aquello se alojó en mi alma como un nuevo día de verano,
como amanecer visto en días anteriores.

Solté las riendas para ser llevado por el viento...
entonces, acariciado tiernamente por un bálsamo sin tiempo,
cerré los ojos para volverme indolente...

Amarré, con paciencia, las cuerdas que afirman las lámparas internas.

La visión: "un monte, atrás las piedras. Adelante, más de ellas."
El rocío encendía las perladas luces del reflejo estrellado.

Abrí los ojos para al fin sentir el vértigo de la grandeza.

Deja vû... pensé luego de sentir
como se abrían las celosas compuertas.



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jueves, 6 de marzo de 2008

Noche de Improvisación

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Escuchando el blues más bipolar improviso esta noche.
Me lanzo sobre una hoja de trebol, sobre el cuarto pétalo,
y descanso como siempre... tan regocijado de estar lejos,

increíblemente lejos, soñándote, imaginándote, a ti,
si, a ti, es que soy un farsante, un abejorro.


Y te espero como si algún día llegaras, siendo un abejorro,
un abejorro sentado sobre el trebol de cuatro hojas.


Y soy un mal hombre, te hago sentir como una joya diamantina,
para sentirme como después de la borrachera: el cerebro,
el cargo de conciencia de sostener la alucinación...

Para caer nuevamente en el vicio, de clavar mis ojos donde no debo,
tu sabes... en los tuyos, como un abejorro, como si fueras la tierna hoja de mi trebol...



Y el mundo será devastado por los ángeles negros,
llenando de Paz el silencio.


Y el mundo será acabado por el gran Trueno.

Nos encontraremos al fin, espero que a salvo.




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viernes, 2 de noviembre de 2007

Siempre es lo mismo, nena.

Hojarascas...

Vientos de otoño...

Amaneceres...

Paciencia...

Expectación...


Siempre es lo mismo, nena.



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Creo en ello, veo a través de eso...

Nada está claro aún,

el Sol en el pecho...


Siempre es lo mismo... nena.


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Amor tras amor, veneno y luz...

esperanza cuando te veo.

Siempre es lo mismo... nena.



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Me partió un rayo y me perdonó.

(El cosmos me dió su perdón).

Cada vez que caigo, siempre lo supe.


Siempre es lo mismo..............

Luz de mi vida.



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