martes, 2 de octubre de 2007

30 días tenía Septiembre

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El castillo de la sombra se derrumbaba entre susurros...
mientras la nube invernal lanzaba un último rayo, fiel al compromiso.

(En mis manos vi reflejado el porvenir y el vehículo)


Tras el horizonte el Sol preparaba su regreso, y apareció con la condición de la frialdad en el pecho.

Aunque, más de una lluvia retornará con el canto del pájaro...

ya que el Alma nunca será de hielo.
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3 comentarios:

Anónimo dijo...

el alma nunca sera de hielo...asi como la humanidad nunca dejara de sentir o de ser buena....

Camila Varas Brash dijo...

son varias ideas las que entrecruzaste en este texto...
y claro, con el canto del pájaro vendrá lluvia y sol, agua y sequía, amor y desengaño, estupidez y sabiduría, labios y manos que besan y buscan como perdidas...
pero el Alma nunca será de hielo, porque nunca podremos dejar de sentir, dejar de sonreir, dejar de llorar, y nosotros, querido, nunca podremos dejar de crear, porque para eso nacimos, para eso nos reencarnamos, para demostrar que la "locura" y la sensibilidad son el mejor camino hacia el autoconicimiento, el equilibrio, y hacia Dios.

cuidate y sigue sorprendiéndome con tu talento y tu marvillosa forma de ser...

un abrazo

Anónimo dijo...

ése es el mismo título de un cuento de ciencia ficción que no recuerdo de qué autor era.

tremendo lirismo. qué haremos con tanto lirismo ?

será ese el lirismo del cual algunos se quejan ?? ya recordaré quién(es) se quejan. mi memoria está dejando qué desear...